No es una justificación estar en una relación disfuncional y sufrir. Los hijos tienen un papá y una mamá, aunque los padres decidieran no seguir juntos. Es importante tener en cuenta que los hijos están observando y aprendiendo de nosotros todo el tiempo, y creciendo en un ambiente de peleas y discusiones pueden tener un impacto negativo en su futuro. En lugar de justificarse con los hijos, es mejor tener el valor de salir de una relación donde no hay amor y se está realizando.
La normalización de la violencia es una de las cosas más complicadas, ya que el niño puede verla como algo normal y no como algo negativo. Cuando el niño crece, puede tener problemas para formar relaciones saludables debido a la influencia de lo que vio en su hogar. Los padres también pueden dar un mensaje equivocado sobre el respeto y la autodefensa, si ejemplifican un comportamiento opuesto. Es importante que los padres reconozcan su situación y trabajen para cambiarla para no afectar negativamente a sus hijos.
Una ejemplificación de estas situaciones es el caso de María, donde ella a través de su propio comportamiento, estaba enseñando a su hija adolescente a aceptar relaciones disfuncionales, haciendo que adquiera un comportamiento egoísta. Ante su caso, se le oriento de que la relación es negativa tanto para ella como para su hija y que es mejor dejarla.
Yo cuando era joven observe como mi mamá estuvo en una relación con mi papá por varios años, pero debido a que la relación estaba muy deteriorada y él la chantajeaba, decidió poner fin a la relación. Al principio, ella entró en un shock y no sabía cómo conseguir el sustento para la casa, pero después de buscar trabajo y poner en marcha su carrera, poco a poco empezó a reconstruir su vida. Ella tuvo el valor y la determinación de superar los obstáculos y salir adelante por sí misma.
En conclusión es importante no repetir patrones disfuncionales en las relaciones para no afectar a los hijos en el futuro.
