Existen muchas definiciones del ego, desde aquella que dice que es algo que construimos para poder identificarnos como persona hasta la que dice que realmente no existe y no debemos prestarle atención.
Hoy quiero compartir contigo la que tiene más sentido para mí, así podrás formarte la tuya.
Es claro que como seres humanos siempre estamos tratando de definir lo que nos rodea, estas definiciones nos permiten conocer para entender.
Para mí el ego es la definición que construimos sobre nosotros mismos para conocernos y entendernos.
Está compuesto por creencias sobre nuestras habilidades, atributos, nuestra personalidad, nuestros logros e incluso las cosas que compramos.
Esta construcción mental es dinámica y va cambiando a cada momento con las situaciones de la vida, por ejemplo: haber tenido éxito en algún proyecto te hace un triunfador, por el contrario los fracasos te dan la ilusión de ser un perdedor.
Así se va reforzando este concepto que inventaste sobre ti mismo.
Esta naturaleza cambiante y subjetiva es responsable de crear tensión emocional y drama en nuestras vidas, un momento te sientes súper humano y al siguiente te cuestionas si vale la pena vivir.
En esa imagen autoconstruida es donde la mayor parte de nuestro dolor reside, es donde nos encontramos a esta voz interior que todo el tiempo está juzgando y tratando de analizar todas las cosas que suceden o pueden suceder.
En ese momento es cuando crees que esa voz en tu cabeza eres tú mismo y comienzas a escucharla.
Es tu ego hablando cuando crees que:
- No soy bueno para estudiar.
- No puedo lograr lo que me propongo.
- Nadie me quiere.
- Lo mío no es pensar, soy un poco tonto.
- No valgo la pena.
- Todos son unos tontos, soy un ser superior.
- Todas estas creencias las fuiste aceptando como ciertas, son ellas las que te limitan y te llenan de miedo todos los días.
El ego es la forma en la que nos definimos a nosotros mismos, algunas veces exageramos lo que somos y otras nos hacemos menos. – Ray Marfil.
Un sentido mucho más espiritual.
Tu esencia es amor puro, por lo tanto tu alma está hecha de ese amor. Cuando llegamos a este mundo necesitamos un cuerpo para experimentarlo, junto a nuestro cuerpo también recibimos otras herramientas que nos permitirán vivir esta experiencia de aprendizaje: el miedo, el apego, el ego y en general nuestra condición humana.
Antes yo solía pensar que el cuerpo es como un medio de transporte y que nuestro espíritu era completamente independiente de él.
Sin embargo, ahora comprendo que ambos son lo mismo, tu cuerpo, mente y emociones es simplemente tu espíritu vibrando en frecuencias más densas, por lo tanto somos amor puro manifestándose en diferentes dimensiones.
Al ser el ego una herramienta más que nos servirá para experimentar nuestras lecciones en esta vida, también es una versión un poco más densa de tu esencia.
Por lo tanto, ego y espíritu son lo mismo.
Repudiarlo o querer eliminarlo de tu experiencia es como querer cortarte un brazo.
¿Por qué entonces parece siempre atormentarme?
Simple, porque esa es su función, causar ese desequilibrio para que podamos comprender la dualidad de este universo.
Por ejemplo, cada vez que fuiste egoísta y tomaste algo de los demás, era para ayudarles en sus propias lecciones como el desapego y para que tú reconocieras lo mal que te sentiste después de hacerlo, ambas grandes lecciones de amor y respeto.
En otras palabras, cada vez que has sentido que has sido egoísta hacia los demás, cada vez que te juzgaste a ti mismo.
Era tu espíritu hablándote a través de un lenguaje más denso enseñándote la dualidad.


¿Entonces no hay diferencia entre la intuición y el ego?
En esencia no, los dos provienen de tu espíritu y son algunas de las formas que tiene para comunicarse contigo y guiarte a través de tu vida.
Sin embargo en la práctica existe una diferencia fundamental, la intuición te da mensajes muy cercanos al amor puro de tu alma por lo general sus indicaciones te llevarán por un camino de unión con las demás personas y de respeto a ti mismo.
El ego por otro lado te llevará por el camino opuesto, el de la separación principalmente de ti mismo y de las demás personas.
Recuerda un par de veces que fuiste egoísta, seguro el resultado incluye conflicto, confusión, dolor y separación.
¿Qué hago entonces para dejar de sufrir las consecuencias de actuar con base en el ego?
Te recomiendo observar, practicar esta observación activa de tus acciones y pensamientos te permitirá conocerlo y las siguientes veces reconocerlo.
Observa tus pensamientos y emociones sin juzgarlos, ya que sin importar el canal por el que vengan son mensajes de tu espíritu para guiarte.
Practica la autocompasión, en el camino de la vida irás adquiriendo un nivel de consciencia más amplio que te permitirá observar más cosas.
En la medida que aprendas a amarte más podrás escoger que camino seguir: el de la separación en el ego o el de la unión con la intuición.
Mientras eso pasa seguiremos aprendiendo lecciones de las dos maneras.
El camino hacia la reconciliación con el ego es a través del amor, aceptando que lo necesitamos para esta experiencia, al poder amarlo como cualquier otra parte de tu ser podrás contemplarlo con mayor claridad.
Escogiendo así tu camino.

Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
El ego es la forma en la que nos definimos a nosotros mismos, algunas veces exageramos lo que somos y otras nos hacemos menos.
Aprender a amarte es la clave para mejorar tu vida en todos los aspectos. Pero, ¿Cómo puedes enamorarte de ti?
Una rutina para antes de dormir es una de las mejores cosas que puedes implementar en tu vida, cada vez que termines tu día podrás prepararte para descansar.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.