Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
¿Cuándo fue la última vez que fuiste agradecido?
¿Tal vez cuando alguien te hizo un favor o te dijo algo agradable?
Estamos acostumbrados a agradecer los actos de otras personas hacia nosotros, esa es una gran virtud.
¿Cuándo fue la última vez que fuiste agradecido contigo?
Por lo general vemos la vida desde la escasez, nos preocupan las cosas que nos faltan.
Siempre estamos persiguiendo algo y creemos que valemos por las cosas que podemos comprar o los objetivos que hemos alcanzado.
Ocupamos todo nuestro tiempo y capacidad mental en encontrar la manera de obtenerlos, y cuando tardamos más tiempo del esperado o simplemente no lo logramos, entonces sentimos que toda nuestra vida está llena de situaciones negativas y somos los más desafortunados del mundo.
Para hacer peor las cosas, en este momento es cuando comenzamos a compararnos con los demás, recordamos a aquel conocido que parece tenerla muy fácil, el o ella que tienen sin mayor esfuerzo lo que tú tanto deseas.
Esta actitud hace que nos sintamos aún peor y refuerza nuestra percepción de ser muy desafortunados.
Toda comparación viene de nuestro ego, y la hacemos desde nuestra perspectiva incompleta, aquella persona con la que nos comparamos e incluso envidiamos, ella que parece tenerlo todo fácil en la vida es en esencia igual a ti, la vida le trae retos que debe afrontar para aprender.
Una vez escuchaba a un monje budista decir, si te vas a comparar hazlo con alguien que tenga menos que tú. Pensamos que hay personas que la tienen más fácil que nosotros, sin embargo solo vemos un aspecto de su vida y no conocemos los otros retos que están afrontando.
Sin embargo, al ver a las personas que aparentemente son menos afortunadas que tú, podrás apreciar el plato de comida que tienes en la mesa y que tienes un lugar seguro para dormir.
Estamos acostumbrados a ver las cosas negativas, aprendamos a ver las cosas buenas que todos tenemos. – Ray Marfil.
Ver la vida desde la abundancia
La vida es balance, si bien hay cosas negativas también hay muchas cosas positivas.
Todo lo que se va siempre es sustituido por algo que nos ayudará a crecer.
Entonces, ¿Por qué parece que mi vida siempre está llena de cosas negativas?
Porque estamos acostumbrados a ver lo que falta para arreglarlo, nos enfocamos en solucionar problemas. Pero nos olvidamos de la otra mitad, apreciar y disfrutar de las cosas que están bien.
¿Cómo puedo apreciar esas cosas buenas en mi vida?
Así como dedicamos tiempo para resolver los problemas y aprender de ellos, dedica tiempo para reconocer las cosas buenas de tu vida y agradécelas.
Cada noche antes de dormir, repasa las cosas buenas que sucedieron ese día (¿cómo escribir un diario de agradecimiento?), puedes comenzar con las cosas sencillas como estar vivo, tener cerca a tus seres queridos o algún logro que hayas conseguido y desde el corazón agradece. Mientras lo haces recuerda la felicidad que te traen estos momentos y saboréala.
Fomentar este hábito en tu vida te ayudará a reconocer el balance perfecto que existe en ella. Por un lado, tienes los retos y por el otro las personas y capacidades que te ayudarán a afrontarlos para continuar con tu proceso de aprendizaje.
