Es un proceso activo, donde a pesar de saber que no hacer alguna tarea tendrá consecuencias negativas preferimos hacer otra que disfrutamos más o que es más fácil.
2. ¿Es lo mismo ser flojo que procrastinar?
Aunque estos conceptos algunas veces se utilizan como sinónimos, procrastinar es un proceso donde activamente decidimos dejar de hacer una cosa y en su lugar hacer otra que nos resulta más fácil, pero tenemos la intención de hacerla en el futuro.
La flojera es apatía total, sabemos lo que tenemos que hacer, pero simplemente escogemos no hacerlo, ni hoy ni nunca.
3. Razones por las que procrastinamos.
- Sobreestimamos el tiempo que tenemos disponible para terminar.
- Subestimamos cuánto nos llevará completar las actividades y calculas mal el tiempo de entrega.
- Sobreestimamos el nivel de motivación que tendrás en el futuro, hoy no tenemos ganas, pero seguro mañana tendremos toda la actitud.
- Asumimos equivocadamente que es necesario estar motivado para trabajar en nuestros proyectos.
- Nos sentimos abrumados por la complejidad de las tareas, sentimos que no seremos capaces de hacer un buen trabajo y lo posponemos para no tener que enfrentarnos a sentirnos vulnerables.

4. ¿Sirve para algo procrastinar?
Intercambiar beneficios a corto plazo por los que podríamos obtener en el largo plazo es una buena manera de autoengañarnos y en algunas ocasiones hasta de protegernos. Supongamos que no estás haciendo la actividad porque en el fondo crees que es difícil y tal vez no tendrás la capacidad de hacerla bien, ocupar tu tiempo en otras tareas te hará sentir que estás haciendo algo y evitará que te enfrentes a las tareas que pondrán en evidencia tu falta de habilidad o conocimiento.
En este ejemplo, nos estamos tratando de proteger del miedo a fallar en el corto plazo, aunque al final recibiremos las consecuencias de no haber entregado el proyecto.
5.Procrastinadores activos vs pasivos.
Algunos investigadores clasifican a los procrastinadores en dos categorías, pasivos y activos.
Los primeros son personas que tienen problemas para tomar decisiones y ponerse en marcha.
Los segundos son personas que creen que trabajar bajo presión les ayuda a sentirse más motivados, un argumento común es que trabajan mejor bajo presión. Esto es un gran mito, la realidad es que trabajar bajo estrés solo hace que tengamos una baja productividad y tiene efectos graves sobre nuestra salud física y mental. Sin mencionar que la calidad de lo entregamos será menor por falta de planeación y de tiempo para ejecutar.


6.¿Por qué procrastinamos?
Existen muchos motivos, te dejo algunos de los más comunes:
6.1 Sesgo del presente:
Es la tendencia que tenemos de priorizar necesidades de corto plazo por encima de las de largo plazo, de acuerdo con el psicólogo Dr. Hal Hershfield, no estamos diseñados para pensar en el futuro porque necesitamos enfocarnos en la supervivencia en el presente.
De acuerdo con el Dr. Hershfield en un nivel neurológico percibimos a nuestro “yo del futuro” como extraños más que como parte de nosotros mismos. Cuando procrastinamos parte de nuestro cerebro piensa que las consecuencias futuras de no hacer lo que nos corresponde son problemas de alguien más.
6.2 Manejo de emociones.
El Dr. Tim Pychyl de la universidad de Ottawa afirma que procrastinar no es falta de capacidad de administrar el tiempo, sino una falla en la manera en que manejamos las emociones vinculadas con la tarea que estamos posponiendo.
En palabras del Dr. Pychyl “La procrastinación es un problema de regulación de emociones, no uno de manejo de tiempo.
Estas emociones pueden ser: duda, baja autoestima, ansiedad e inseguridad en nuestras capacidades para completar la tarea.
Procrastinamos para evitar sentir el dolor que está activando lo que debemos hacer.
6.3 Sesgos cognitivos.
Estas son fallas en nuestra percepción, como por ejemplo decirnos que mañana comenzaremos porque seguro nos sentiremos mejor y tendremos más ganas de hacerlo. O como mencionamos anteriormente, que funcionamos mejor bajo presión dejando todo para última hora.


7. ¿Cómo dejar de procrastinar?
Ahora que tenemos más claro cuales son las causas de por las que dejamos todo para lo último, ya sabrás que no la solución no es comprarnos una agenda o poner alarmas en nuestro calendario, aunque eso ayuda debemos ir más profundo para solucionar el problema de fondo.
7.1 ¿Qué te motiva?
Muchas veces cuando me contrata una empresa para capacitar a su personal es porque quieren mejorar su desempeño, el argumento es que parecen no estar motivados y que en el fondo no les interesa lograr los objetivos.
A la mayoría de los gerentes les cuesta mucho trabajo comprender porque la mayoría del equipo reacciona de esta manera. Aunque en el fondo sin saberlo tienen razón, cuando la motivación es extrínseca como las metas de venta que fijó la empresa, nos importa poco si se logran o no.
Por lo general estos objetivos se plantean de acuerdo a las necesidades de la organización sin tomar en cuenta al equipo, por lo tanto se sienten ajenos a ellos y se convierten en una obligación, en el que está en juego incluso su trabajo.
Cuando nos vemos obligados a hacer una actividad que no nos gusta se libera menos dopamina en nuestros cerebros, por lo tanto nos sentimos menos felices cuando la terminamos.
Por el contrario, cuando las personas encontramos propósito en lo que haremos porque encontramos beneficios personales, aparece la motivación más poderosa que es la intrínseca.
Ese es el motivo por el cual en las capacitaciones empresariales primero ayudo a los colaboradores a encontrar qué los motiva, por ejemplo su familia, sus hijos o superarse profesionalmente. Una vez tienen claridad en eso, pueden utilizar a la empresa como medio para lograrlo. En otras palabras, cambia la percepción de: me exigen buscar más clientes, por el quiero conseguir más clientes porque con esa comisión extra puedo llevar a mi familia a ese viaje que tanto queremos.
7.2 Inteligencia emocional.
Trabajar en ella nos permitirá manejar de mejor manera ese miedo al fracaso, el síndrome del impostor y creer que mañana estaremos más motivados para hacer las cosas.
Te puedo decir que cuando comencé a hacerme responsable de esta parte de mi vida, otros aspectos comenzaron a cambiar de forma automática.


7.3 El valor del tiempo.
Recuerdo que cuando era más joven mi percepción del tiempo era muy diferente, cada día lo veía como uno más. Últimamente he vivido varias cosas que han cambiado esta idea y comencé a percibirlo como un recurso que eventualmente se terminará.
Ahora cada día es uno menos que tengo para hacer lo que amo, para pasar tiempo con las personas importantes en mi vida, al valorar más el tiempo escojo pasarlo haciendo cosas que me ayudan a crecer.
7.4 Cruzar la línea de acción.
Algo que he notado es que lo verdaderamente complicado de superar es la etapa en la que reconocemos que debemos hacer algo y comparamos el esfuerzo necesario con los beneficios percibidos, ahí es cuando tiramos la toalla. Sin embargo, una vez que supero esa parte y comienzo a hacer, las cosas van fluyendo poco a poco.
Por ejemplo, los días en los que no tengo ganas de ir a entrenar si me permito entrar en la discusión interior de si tengo ganas o no de ir, seguramente me quedaré dormido. Pero si simplemente voy, una vez en el gym es mucho más fácil comenzar y aprovechar esa inercia para terminar la rutina.
Para esos días en los que me siento sin ganas, me enfoco en comenzar.
7.5 Autoestima.
Cuidarnos mejor también significa comprender que crecer muchas veces requiere esfuerzo y hacer cosas que probablemente no queremos, pero que nos beneficiarán en el largo plazo.
Dejar de procrastinar, será un sinónimo de amor propio.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
El ego es la forma en la que nos definimos a nosotros mismos, algunas veces exageramos lo que somos y otras nos hacemos menos.
Aprender a amarte es la clave para mejorar tu vida en todos los aspectos. Pero, ¿Cómo puedes enamorarte de ti?
Una rutina para antes de dormir es una de las mejores cosas que puedes implementar en tu vida, cada vez que termines tu día podrás prepararte para descansar.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.