Seguramente has escuchado la ley de física que a cada acción corresponde una reacción,
si aplicamos esto en tu vida significa que por cada cosa que decidas hacer tendrá un resultado específico.
Supongamos que quieres bajar de peso y tener una vida más saludable, si te pones la meta de todos los días despertar a las cinco de la mañana para hacer una hora de ejercicio, pero cuando suena tu despertador no lo haces y al día siguiente repites lo mismo. Así pasan dos meses haciéndolo de vez en cuando.
Por otro lado, compras en el supermercado frutas y verduras pero cada vez que vas a comer prefieres comida chatarra. Tus acciones te llevarán a un resultado específico: probablemente no bajarás de peso, te sentirás bajo de energía y te sentirás frustrado porque por el contrario engordaste.
Ahora imaginemos el escenario opuesto, comienzas entrenando 30 minutos al día y cada semana aumentas 10 minutos, además en cada comida escoges prepararte algo muy saludable como resultado en tres meses has bajado de peso, te sientes con más energía y has ganado la confianza de saber que cuando te propones una meta eres capaz de lograrla.
Esa confianza extra seguro se ha expandido a las demás áreas de tu vida, en el trabajo eres más eficiente, tienes más energía para jugar con tus hijos y en general para estar más presente en tu vida. Todos los días, tienes las dos opciones. Si ya estás cansado de siempre escoger la opción que te hace daño hoy tienes la opción de comenzar a escogerte a ti mismo.
Eso solo depende de tí. Porque al final, crear la vida que queremos dependerá de lo que escogemos y hacemos todos los días para llegar a ella.