¿Qué es la autoestima?
Es la forma en la que te sientes sobre ti mismo, formada por la opinión que tienes sobre ti.
Durante el día esta opinión va fluctuando dependiendo de tus actividades y las situaciones a las que te expongas.
Por ejemplo: En tu trabajo al terminar la presentación tu jefe te felicita y reconoce tus aportaciones frente a todo el equipo, estarías recibiendo validación externa que refuerza la opinión que tienes sobre tu desempeño profesional, como resultado te sentirás motivado a seguir esforzándote. Un par de horas después faltas al gimnasio y prefieres cenar una hamburguesa a pesar de haberte prometido que ese día comenzarías a cuidarte más. Minutos después de sentirte la persona más exitosa sobre la tierra, comienzas a dudar sobre tu capacidad de cambiar y a creer que no eres una persona disciplinada.
¿Cómo se forma la autoestima?
Es el resultado de las experiencias de vida, tus diálogos internos, las personas con las que escoges compartir tu vida y tus hábitos.
Las personas con baja autoestima por lo general se critican fuertemente, sienten que no son capaces de hacer muchas cosas y forman relaciones con personas que les refuerzan esas creencias.
Haz un pequeño ejercicio: Piensa en las personas que consideras tus mejores amigos, las personas con las que pasas más tiempo. ¿Cuáles son los temas sobre los que platican?, ¿utilizan su energía para criticar a otras personas?, ¿conversan sobre las noticias negativas que afectan a tu país?, ¿te hacen sentir que no vales e incapaz de lograr lo que te propones?. Si esto es así, contesta esta pregunta: ¿De qué manera enfocar mi atención y tiempo a estos temas me ayuda a crecer?
La falta de autoestima influye en la manera en la que te comportas sin mencionar lo que puedes lograr en tu vida.
¿Cómo te afecta una autoestima baja?
La mayor parte de la percepción que tenemos sobre nosotros se forma durante nuestra infancia y se va reforzando con las experiencias que vamos viviendo.
Tal vez alguna vez en la escuela sentiste que no eras capaz de aprender algo en particular y desde ese momento comenzaste a dudar sobre tu capacidad intelectual, más adelante tus amigos como broma te dijeron que eras un tonto, como ya era algo que creías sobre ti lo tomaste como confirmación.
Como consecuencia de esta creencia escogiste no estudiar una carrera porque eso es para gente inteligente, has estado trabajando en cosas que no requieren que pienses demasiado, obteniendo pocos ingresos que se refleja en tu calidad de vida.
La falta de autoestima influye en la manera en la que te comportas sin mencionar lo que puedes lograr en tu vida.
¿Cómo mejorar tu autoestima?
1. Hazte responsable de tus pensamientos y acciones.
Si bien la opinión que tienes ahora sobre ti mismo se pudo originar en tu infancia como resultado de comentarios de tus padres, maestros o amigos la única manera en la que podrá cambiar ahora es reconociendo que la única persona capaz de romper ese ciclo autodestructivo eres tú.
2. Identifica tus pensamientos negativos.
Nuestro diálogo interno es crítico para destruir o construir nuestra autoestima.
Comienza a poner atención a las historias que te cuentas, tal vez ante un nuevo reto te sorprendas pensando: “no soy capaz de aprender cosas nuevas”, “siempre me salen mal las cosas, ¿para qué intentarlo?”.
Te recomiendo escribir esos pensamientos y ante cada uno buscar evidencias que te demuestren lo contrario, en el ejemplo anterior podrías recordar las ocasiones en las aprendiste una nueva habilidad o tomaste un curso en el trabajo y te fué muy bien, esas pequeñas victorias te recordarán que esos pensamientos negativos son solo percepciones falsas que tienes sobre ti mismo.
3. ¿En qué eres bueno?
Comienza a revertir esa imagen negativa que tienes sobre ti haciendo una lista de las cosas en las que eres bueno.
Toma en cuenta que así somos todas las personas, tenemos habilidades que nos permiten hacer mejor algunas cosas y otras nos cuestan más trabajo.
Hacer una lista de las primeras te ayudará a reconocer ese equilibrio que existe en todos nosotros y podrás enfocarte en practicar lo que mejor haces.
Pero lo hice tantas veces que eventualmente dejó de importarme, ahora me invito a comer a restaurantes, salgo a pasear y viajo conmigo mismo.
Tomó un tiempo acostumbrarme pero me dí cuenta de que soy un buen tipo y disfruto mucho mi compañía.
4. Practica la autocompasión.
Cuando nuestra autoestima está baja nos criticamos más duro, dudamos de nosotros mismos y nos comparamos con las demás personas para confirmar lo poco que valemos.
¿Cómo tratarías a tu hijo?, sin duda serías incapaz de decirle que es un tonto o que no podrá hacer lo que se propone, serías su mayor fan que lo animaría incondicionalmente y las veces que las cosas no salieran como esperaba lo alentarías a seguir adelante sin rendirse.
¿Cómo cambiaría tu relación contigo si te trataras como a tu hijo?
5. Rodéate de personas que te apoyen.
Tal vez has escuchado el dicho que dice: “Eres el promedio de las cinco personas con las que compartes más tiempo”.
Todos tenemos momentos en los que dudamos de nosotros mismos, en los que no sabemos si toda la planeación, organización y lo preparados que estamos será suficiente para que las cosas salgan como deseamos.
Para esos momentos te recomiendo formar una red de soporte, un grupo de personas que compartan estar en constante crecimiento, que con su ejemplo y visión te inspiren a convertirte en una mejor versión de ti.
6. Cambia tu opinión sobre ti.
Una herramienta que me ha ayudado a cambiar la percepción que tengo sobre mi son las afirmaciones positivas, cada mañana las escucho y mientras lo hago me imagino lo que se siente ser de esa nueva manera.
¿Has notado que cuando te imaginas comiendo algo que te gusta mucho comienzas a salivar y a imaginar su sabor?
Nuestro cerebro no puede identificar la diferencia entre algo real y lo que te estás imaginando. Aunque al principio experimentarás resistencia, visualizarte cada día siendo esa versión mejorada de ti mismo te permitirá saber que es posible y sentirlo te dará una razón más para que en tu presente realices las acciones necesarias para hacerlo realidad.
7. Celebra tus pequeñas victorias.
Uno de los errores más comunes que cometemos al tratar de construir nuestra autoestima es ponernos metas demasiado altas, por ejemplo: Te propones correr un maratón pero no has hecho ejercicio por seis meses. El primer día corres un par de kilómetros y abandonas al segundo porque estás adolorido.
Es más realista ponernos metas pequeñas que podamos ir alcanzando y sobre ellas construir. En el mismo ejemplo si te pones la meta de salir a caminar y comenzar a correr una cuadra por día, poco a poco tu cuerpo se irá adaptando y sentirás más confianza de correr cada día unos metros más, además este reto alcanzable te motivará a seguir todos avanzando sin rendirte.
Conclusión:
Desarrollar una autoestima sana te cambiará la vida de muchas formas, desde mi perspectiva la más importante es que aumentará tu calidad de vida en todos los aspectos.
¿Qué esperas para comenzar a hacerte responsable de ti mismo para vivir la vida que mereces?
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.
Ser agradecido con las cosas buenas que hay en tu vida te ayudará a reconocer todo lo bueno que hay en ella incrementando así tu felicidad.